13 mayo 2005

El grueso muro marrón

No hace mucho leí en el magnífico blog de Fuckowsky (que aprovecho para recomendaros) que existe una delgada línea marrón, que divide a las personas entre las que tienen vida, y las que no.

Ignoro si esa línea es infranqueable, o existe alguna forma de pasar al otro lado, para los que estamos en éste, pero el muro sí que se puede pasar. Cuesta, pero se puede. Conozco a gente que lo ha cruzado. Bueno, ahora que lo pienso, la mayoría de los que conozco, sólo están cruzándolo. Que no es poco.

El muro del que hablo, como la línea, también divide a las personas. Las separa entre los que viven en su propia casa, los propietarios, y los que no lo son. Entre los que cobran su sueldo completo, y los que cobran sólo una parte (digamos la mitad o así, el resto se queda en el banco, o va al bolsillo de alguien que está al otro lado del muro). Entre los que se pueden plantear cambiar de coche, y los que sufren pensando en la próxima itv.

Las calles y los buzones se llenan de anuncios con lo sencillo que es comprarse un piso con la SuperHipoteca fácil. En los folletos todo es maravilloso. Es una hipoteca pensada especialmente para mi. Para los clientes VIP como yo. Que nunca he pisado ese banco, pero ya soy VIP con sólo preguntar por la hipoteca. Todos los carteles con fondos de colores agradables y gente sonriente. Muy sonriente. No sé que les hará tan felices. Te entran ganas de hacerte una aunque sea para comprarte un llavero. Con tal de pertenecer al club.

Luego se profundiza un poco más, y la cosa empieza a adquirir otro color. Te empieza a hablar de las condiciones. Para empezar tienes que domiciliar la nómina. Claro que primero la nómina tiene que gustarles. Si no la encuentran apetitosa, nada. Es como si te hicieran un exámen de aptitud para el otro lado del muro.

Ademas tienes que hacerte un seguro de vida, domiciliar 10 elevado a 10 recibos de lo que esa, sacarte la tarjeta SuperVisa del banco que te costara una pasta cada año, hacerte un plan de pensiones, presentar 15 avales, afeitarte todos los dias y hacer 100 abdominales por las mañanas. Seguidas.

Pero tu contento. Todo son facilidades. Si algún mes andas justito, no pasa nada. Ellos saben que tienes tus imprevistos. Recuerda que esa hipoteca está pensada para ti. Curiosamente se adapta igualmente al resto de la humanidad, pero vamos, que ellos la hicieron pensando en ti. Lo malo es que es verdad. La hicieron pensando en mi. Tambien ellos piensan cómo exprimirme lo máximo sin que se note.

Cuando sales del banco y ves los carteles con la gente riendose, ya no tienes dudas de lo que les hace tanta gracia. La cara que se les queda a todos despues de hablar con el tio.

Yo ahora estoy de puntillas. Porque este muro marrón no se salta, se atraviesa. Tienes que calcular muy bien la altura que quieres que tenga la mierda, porque el camino es largo. Como unos 30 años de largo. Y afina el cálculo porque te vas a equivocar. Cuando creas que la cosa va a ir bien, que podrás caminar mirando al frente, de repente ves cómo empieza a caer más mierda sobre tu muro. Escrituras, impuestos, gastos notariales, actos juridicos documentados, comisiones, y más cosas que ya no llegas a ver de dónde vienen porque, para poder seguir respirando, ya tienes la cabeza totalmente inclinada hacia arriba, con la mierda por las orejas.

Pero te consuelas. Te das cuenta que hay muchísima gente cruzando ese muro. Incluso otros que les llega la mierda más alto que a ti. A ambos lados puedes ver tubitos de buceo por los que respira gente que era optimista. O gente que creia que la iban a hacer fija. O que se han quedado solos cuando pensaban cruzar el muro en pareja. A esos la mierda les cubre por completo. Pero ahí está el banco para alargar el tubito lo que haga falta. Tu tranquilo.

Quizás alguno se pregunte si merece la pena lanzarse contra el muro, pero es que los de las sonrisas lo hacen muy bien. Te enseñan cómo es la vida al otro lado. El otro lado es soleado y azul. Huele a vacaciones, a viajes. A libertad. Este lado, en cambio, es marrón. Y no huele a nada de lo anterior.

Los que estamos aqui vivimos de alquiler, porque en algún sitio hay que meterse, y eso hace que nos cueste andar. En este lado no se ve el suelo. La mierda aquí llega entre las rodillas y la cintura. Ésa es la prespectiva. 30 años con la mierda hasta el cuello, con un tubo de buceo en la mano, por si acaso, o todo el tiempo con la mierda por los muslos, viendo la vida de un solo color.

Debe haber en algún lugar una burbuja a la que llaman inmobiliaria. Creo que está a punto de reventar. De hecho lleva a punto de reventar varios años. Para que reviente antes, la gente sonriente de los carteles, y algunos amigos suyos, pensando siempre en ti, la hinchan más y mas.

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1 Comments:

Blogger Salmonoide said...

La direccion donde puedes leer el texto de Fuckowsky al que me refiero es esta

http://www.despacho101.com/2004/10/la-delgada-lnea-marrn.html

Pasare por lo blog. Espero que te haya gustado

1:55 a. m.  

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